El desfile de carros engalanados tiene sus orígenes en la Romería a la Virgen del Camino que antaño se realizaba el día 5 de octubre, festividad de San Froilán.

Ese día las gentes de toda la provincia ataviadas con sus mejores galas y con sus carros decorados con aperos de labranza, colchas, enseres del hogar,… acudían al Santuario de la Virgen del Camino, para celebrar la fiesta del Patrón leonés, aunque algunos dudan si se homenajeaba a San Froilán o a la Patrona de León.

Actualmente los carros ya no suben al Santuario y ya no desfilan el día 5 de octubre, si no que lo hacen el primer domingo del mismo mes, eso sí, engalanados para la ocasión con lo mejor de cada casa, como antiguamente, lidiando por ganar en su categoría, que puede ser vacuno, caballo o burro.

Para dar más esplendor al desfile, aunque ahora lo hacen por separado, durante muchos años, los carros iban acompañados por pendones y pendonetas de toda la provincia, que representaban a más de un centenar de localidades.