Corullón es un pueblo de la provincia de León, que se encuentra en la Comarca del Bierzo a cuatro kilómetros de Villafranca del Bierzo.

Recostado en la ladera del Monte de San Sadurnín, sus casas se extienden desde casi la cima del mismo hasta el Valle que recorre el Rio Burbia.

Destacan de entre sus varios monumentos, las iglesias de San Miguel y San Esteban, las cuales se sitúan a la entrada y salida del pueblo respectivamente.

Este lugar ha estado poblado desde la prehistoria, como así lo demuestran sus numerosos “castros”. En la Alta Edad Media, fue un importante centro de monacato y eremitismo, existiendo varios cenobios como: el de San Martín (siglo X), el de San Saturnino (siglo IX), y los de San Juan, San Fiz y San Francisco de Cabeza de Alba, destacando sobre todos el de Santa Marina de Valverde fundado por Bermudo II en el 991.

IGLESIA DE SAN ESTEBAN

Según reza una inscripción con extraños símbolos, fue inicialmente construida en el año 1086, y derribada siete años después, para volver a ser reconstruida en otros siete años. Nos encontramos pues ante una construcción del siglo XI.

De estructura de una sola nave, siendo muy reformada en el siglo XVII, sobre todo la cabecera, donde desapareció su ábside original.

Destaca la torre de la primitiva construcción, que forma un porche a los pies de la iglesia, con un pórtico del mismo estilo que el compostelano de Las Platerías. Los muros laterales presentan estribos o contrafuertes de pizarra y de buen grosor, que en su día debieron contrarrestar una bóveda de cañón.

Las ventanas son lisas con abocinamiento o derrame hacia el interior. Destaca el alero, con un repertorio de gran variedad, donde las figuras humanas, algunas indecentes, animales, cabezas de león, etc., ponen una nota de humor en el carácter didáctico y moralizante de la escultura del periodo Románico. Son treinta y seis modillones variados de granito igual que la portada.

El retablo mayor es Barroco, apareciendo en él el titular, San Esteban con su libro y dalmática de diácono. Destaca también la figura de un San José de principios del siglo XVIII.

El sagrario del siglo XVI contiene altorrelieves del “Resucitado” y de los Apóstoles Pedro y Pablo.

Posee un retablo neoclásico – rococó con “Calvario de Cristo”, de grandes dimensiones y expresividad.

Los retablos laterales son del siglo XVII, con columnas estriadas helicoidales, con las imágenes de San Antonio de Padua y San Francisco de Asís, procedentes del convento de Cabeza de Alba. Destaca la figura de un “Resucitado” de gran tamaño de tipo rococó.

IGLESIA DE SAN MIGUEL

Construida en el siglo XII, se encuentra en buen estado de conservación, gracias a las diferentes restauraciones llevadas a cabo. Se la considera una joya del Románico.

Consta de una sola nave de tres tramos, rematada en ábside sin presbiterio.

La puerta del muro meridional es sencilla con arquivolta sobre altas columnas y rematada por una arquería ciega sobre columnas altas, recordando a la del hastial del brazo meridional del crucero de San Isidoro de León.

Presenta en los canecillos de primer orden, una decoración con diversos personajes en situaciones obscenas e incluso sexuales, y animales reales y fantásticos.